ADI especialistas en el desarrollo infantil.

Los resultados obtenidos, a lo largo de más de 20 años de experiencia comprueban los beneficios de cuidar y atender, sobre todo, lo que es importante y significativo para el desarrollo del niño (no lo que creemos o decidimos los adultos que es importante para ellos).

Nuestros modelos de valoración, estimulación, apoyo terapéutico, acompañamiento a la crianza y educación, siguen principios que son conscientes y congruentes con la evolución del desarrollo infantil y el aprendizaje, no son impositivos ni invasivos. Se caracterizan por ser:

  • apegados y significativos al orden natural de los procesos,
  • armónicos con las posibilidades de cada etapa evolutiva
  • respetuosos de las necesidades individuales, 
  • integrales (que procuran el cuidado físico – emocional – social e intelectual

orientados hacia comprender/atender el origen y no los síntomas de las dificultades.

Sabemos que un diagnóstico no determina un destino definitivo: confiamos plenamente en el potencial humano, en la capacidad de desarrollo y aprendizaje que todos tenemos y, sobre todo, en las posibilidades que ofrecen los programas estratégicos de re-habilitación que no buscan solo soluciones inmediatas a los síntomas pero si soluciones profundas y ordenadas, que son las que permanecen para toda la vida.

En beneficio del desarrollo: priorizamos la educación y el aprendizaje real e individual. 

Nuestro equipo está integrado por profesionistas con orígenes académicos distintos (psicología, comunicación humana, rehabilitación física, pedagogía) que comparten el amor por el cuidado, el bienestar, el aprendizaje, el desarrollo y la educación infantil.

Muchos diagnósticos o “etiquetas” que encasillan han logrado superarse siguiendo nuestro modelo integral de apoyo y re-habilitación (solo por mencionar algunos: déficit de atención, dislexia, hiperactividad, impulsividad, oposicionismo, dislalia, hiper/hipo sensibilidad, autismo, entre otros).

¿Sabes?

Muchas de las dificultades que observamos (por mencionar algunas: mala memoria, desobediencia, problemas de concentración, inquietud, desobediencia, eneuresis, incoordinación motora, mala letra entre muchas otras) son solo síntomas (como la “punta de un iceberg”), no existen por sí mismas.  Generalmente hay algo más que las provoca: una inmadurez o desorganización interna.

Por lo anterior, son superables una vez que se identifica la causa y se atiende de manera ordenada, respetuosa e integral.  

Agenda una cita y descubre las posibilidades favorables que puede haber para recuperar tu tranquilidad y la de tu hijo.